Debemos saber cual es nuestra ingesta recomendada, y para ello cabe destacar la definición que da el comité correspondiente de Estados Unidos (Food and Nutrition Board-National Research Council), que sería la siguiente: “niveles de ingesta de nutrientes esenciales que, sobre las bases de conocimientos científicos, se juzgan adecuados para mantener los requerimientos nutricionales de prácticamente todas las personas sanas”. Esto significa que nuestra dieta tiene que ser rica en todos los nutrientes necesarios para mantener nuestro cuerpo y mente con plena salud.

Se recomienda comer un 15% de proteínas, que las podemos encontrar sobretodo en carnes, pescados y mariscos, huevos, legumbres y frutos secos.

De hidratos de carbono debería de ingerirse alrededor del 55-60% de las calorías totales del día y especialmente los encontramos en: frutas, cereales como el pan, la pasta, arroz, patatas.

Y de grasas podemos ingerir entre un 25-30% de la ingesta total, pero ojo con ella porque aporta más del doble de la energía que los hidratos y las proteínas.

Hay dos tipos de grasa, la insaturada o saludable y la saturada, que es perjudicial para el organismo. La insaturada la encontramos en el aceite de oliva y de semillas entre otros y la saturada en mantecas, mantequillas, embutidos grasos y algunos aceites vegetales como el de coco y palma. Estas últimas grasas no deben sobrepasar el 10% de la ingesta diaria total.

Estos requerimientos son para adultos de edades comprendidas entre los 20 y 60 años de edad, variando el aporte energético según edad, sexo y actividad.